Cómo utilizar las lámparas germicidas para evitar daños en nuestra piel

Evitar los daños de lámparas germicidas en nuestra piel

A día de hoy, todos conocemos los riesgos que supone la exposición a los rayos UV-A y UV-B sin protección, pero poco sabemos de los rayos UV-C.

Para empezar, deberíamos especificar que los rayos UV-C son igualmente producidos por el sol, pero no alcanzan la Tierra debido a que son bloqueados por la capa de ozono. Esto no ha impedido que desde hace décadas, hayamos podido sacar partido de los beneficios de este rayo ultravioleta, por su poder como germicida y bactericida.

La particularidad de los rayos ultravioleta UV-C es que dañan el ADN de los microorganismos, evitando su reproducción e infección. Esto ha llevado a la comunidad científica a preguntarse si este tipo de rayos presentaría algún tipo de riesgo para la salud.

 

¿Son seguros los sistemas de desinfección UV-C?

Actualmente los datos no son concluyentes, aunque se advierte que existe cierto riesgo si se produce una exposición accidental, o por uso incorrecto. Los rayos UV afectan a los tejidos de la piel y los ojos, por lo que es particularmente importante que se utilicen las lámparas germicidas respetando los estándares de seguridad. Además, su uso debe estar sujeto a todas las certificaciones que exige el mercado europeo e internacional, y que garantizan su seguridad de uso.

 

¿Qué medidas de seguridad debe tener una lámpara UV frente al coronavirus?

El primer punto a tener en cuenta es el temporizador. Los estudios advierten que tanto humanos como animales no deben estar presentes durante la esterilización. Por lo tanto, un temporizador nos permitirá abandonar la estancia con total seguridad y acceder a la misma una vez que haya terminado el proceso de desinfección.

Otro sistema que es igual de efectivo pero mucho más recomendable, es la utilización de un mando a distancia. Este método nos permitirá salir de la habitación sin riesgo de que la lámpara se encienda antes de poder abandonar la estancia. Además, podremos programar el tiempo de encendido desde fuera, y pausarlo en caso de que necesitemos entrar durante el proceso. Una vez terminada la esterilización, la lámpara se apagará automáticamente y podremos acceder al interior, sin correr ningún riesgo y con una estancia libre del 99,9% de bacterias y virus.

 

Sin duda las lámparas germicidas de rayos ultravioleta pueden ser nuestras aliadas de cara a combatir virus como el Covid-19 en nuestros hogares y negocios, pero como cualquier dispositivo, debe ser utilizado con las máximas medidas de seguridad.

 

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