Las lámparas germicidas no son muy diferentes a las lámparas convencionales, en lo que a cuidados se refiere.
En primer lugar, es muy importante leer las instrucciones del fabricante. En ellas, nos indicarán las precauciones que debemos tomar, y cómo proceder en cuanto a limpieza y manipulación.
No obstante, debemos decir que en principio, la única recomendación de limpieza sería eliminar el polvo diario con un paño seco. En el caso de que hubiese alguna mancha difícil, se podría pasar un algodón con un poco de alcohol.
Otra de las recomendaciones que se deben seguir para un funcionamiento óptimo de las lámparas UV-C, es cambiar los tubos una vez que se hayan fundido, o tras 9.000 horas de uso.
Si seguimos estas sencillas recomendaciones, mantendremos nuestras lámparas en óptimas condiciones durante años y aseguraremos una esterilización del 99,9%.
Si necesita información adicional acerca de las lámparas germicidas, o asesoramiento profesional para su negocio, póngase en contacto con nosotros.