Las lámparas UV-C pueden ser muy eficaces para la eliminación del 99,9% de los virus y bacterias, pero debemos tener en cuenta que las partes de la estancia que quedan en sombra no se esterilizarán.
Aunque esto pueda parecer un problema, tiene muy fácil solución, debido a la gran variedad de lámparas germicidas disponibles en el mercado.
Lámparas UV-C de mesa.
Son de las más conocidas gracias a su versatilidad. Son lámparas de mediano tamaño, peso ligero y un gran alcance, por lo que resultan muy prácticas para estancias de pequeño a mediano tamaño. Además, pueden moverse sin esfuerzo entre estancias.
Lámparas UV-C de pie.
Son más utilizadas en hospitales y almacenes. Se caracterizan por tener mayor altura, y suelen disponer de ruedas debido a que su peso es mayor.
Evidentemente, su alcance también lo es, pero no resultan tan prácticas para el uso doméstico, en hoteles o en pequeños comercios.
Regletas de UV-C.
Las regletas son el complemento perfecto a las lámparas de mesa, ya que son muy prácticas para poner en las paredes más escondidas donde la luz de estas no llega.
Pero eso no es todo, ya que también pueden colocarse en el techo, o incluso dentro de armarios para esterilizar la ropa y los zapatos.
Lámparas UV-C de mano.
El aumento de uso de las lámparas UV-C ha hecho que multitud de empresas comercialicen lámparas UV-C portátiles para aplicar directamente de forma manual.
El uso de este tipo de lámparas está totalmente desaconsejado sin el uso de guantes especiales y gafas de protección. Esto es debido a los riesgos que presenta la exposición a este tipo de rayos. – Puede leer más sobre riesgos e instrucciones de uso en el siguiente artículo. –
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