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Cuando hablamos de higiene y limpieza es común escuchar los conceptos desinfección y esterilización y a raíz de la pandemia surgida en 2020 más aún. Pero, ¿tenemos claro qué significa cada uno? ¿sabemos diferenciarlos? No te preocupes, desde Germiled te ayudamos a entender en qué consisten estos conceptos así como sus principales diferencias evitando así tus dudas a la hora de escoger la técnica más adecuada para conseguir mantener una correcta higiene de los espacios.
Desinfectar: significa reducir el número de microorganismos patógenos de una superficie u objeto. Desinfección es un término que se usa para decir que algo es capaz de eliminar todos los microorganismos que podrían llegar a causarnos una enfermedad o poner en riesgo nuestra salud, es decir, los patógenos primarios; pero no logran combatir las formas de resistencia como son las esporas bacterianas, esto se consigue a través de la esterilización.
Esterilizar: es un término que va más allá, engloba la eliminación de toda forma de vida, y qué quiere decir esto, pues que a veces los microorganismos como mecanismo de defensa se protegen mediante la formación de esporas y así se aseguran su supervivencia, siendo capaces de evadir los métodos de desinfección. Por eso, se define como cualquier proceso con la capacidad de inactivar todos los microorganismos.
La esterilización, tiene como objetivo principal evitar que los microorganismos den lugar a una infección a las personas que hayan estado en contacto. En la práctica, es muy complicado demostrar que se han eliminado todas las formas de vida de un medio u objeto, por eso se considera esterilización cuando la probabilidad de encontrar un microorganismo vivo es de <10 -6.
El proceso de esterilización también está condicionado por las características del microorganismo a destruir. Hay algunos virus, bacterias y hongos que son muy resistentes como ya hemos mencionado, y requerirán condiciones más agresivas para su eliminación. Cuantos menos microorganismos haya presentes en el medio, la esterilización será más eficaz en menos tiempo.
Hay diferentes métodos para alcanzar la esterilización:
– Agentes físicos, entre los que encontramos el calor seco, el calor húmedo, la filtración, las radiaciones ionizantes y la radiación ultravioleta.
– Agentes químicos, aquí destacan el hipoclorito sódico comúnmente conocido como lejía, ozono, agua oxigenada y agentes alquilantes como el óxido de etileno entre otros. Son buenos, pero muchos de ellos son tóxicos y liberan partículas al medio.
Si hablamos de radiación ultravioleta, al ser un método físico y poco penetrante, para conseguir una correcta esterilización, requiere como paso previo e imprescindible una limpieza del espacio o superficie. A través de un proceso mecánico se elimina por arrastre, la suciedad visible y la materia orgánica, reduciendo el número de microorganismos y evitando la formación de sombras para que la luz ultravioleta pueda actuar.
El reprocesado automático mediante equipos desinfectantes y esterilizantes de luz ultravioleta minimiza los errores humanos y no requiere de sistemas de ventilación especiales.
Además, la esterilización y desinfección con luz ultravioleta debe usarse en ausencia de personas y mascotas. Sus efectos se limitan a los tejidos superficiales: epidermis y conjuntiva del ojo, aunque si se usan correctamente no suponen ningún peligro. Además, como ventajas cabe destacar que no desprende ningún resto químico al aire ni al agua, aunque hay que tener cuidado porque algunas lámparas no filtran la longitud de onda correspondiente y pueden generar ozono. Sin embargo esto no ocurre con los modelos de Germiled, puesto que estas lámparas germicidas estan diseñadas para evitar la emisión de ozono.
La limpieza, la desinfección y la esterilización son procesos claves para prevenir la propagación de enfermedades. Para resolver cualquier duda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, te ayudaremos.
